Metodología y actividades para estimular la memoria en clases.
- Claudia Orellana Cuenca
- 12 mar 2020
- 4 Min. de lectura

Indudablemente la base de un buen aprendizaje es la atención y la memoria, si un estudiante no es capaz de recordar con facilidad lo que el maestro imparte en el aula, podría tratarse de dificultades en los mecanismos atencionales y en la memoria, funciones neuropsicológicas básicas que intervienen en el proceso de aprendizaje.
Según (Gazzaniga, Ivry y Mangun, 2002) “la atención es un mecanismo cerebral que nos permite procesar los estímulos”, permitiéndonos seleccionar los relevantes de los irrelevantes (distractores). Por lo tanto, en el aula de clases se debe proporcionar al estudiante estímulos adecuados, es decir, que guarden relación con lo que se está enseñando y que sean motivadores para el aprendizaje. Los procesos de consolidación, mantenimiento y recuperción de la información dependerán del grado de atención que el estudiante preste en el aula. Pero ¿cómo hacerlo?
Ortíz (2009) sugiere considerar los siguientes aspectos con la finalidad de mejorar la atención del estudiante en el aula:
a) Atención sostenida: disminuye a medida que la jornada escolar avanza por lo tanto se debe dar periodos de descanso al estudiante, Por ejemplo: “10 minutos de descanso cada hora u hora y media”, que bien podrían darse cuando es el cambio de hora de una signatura a otra.
b) Al impartir una clase nueva se debe brindar explicaciones, breves, claras y precisas (no invertir más de 15 minutos en ello) , si se quiere conservar una “atención plena” durante la explicación de la clase.
c) Se debe considerar como operan los receptores y las vías sensoriales, que sufren un proceso de habituacióncuando la estimulación es uniforme provocando un descenso de atención sostenida. Considerando esto debe incluirse durante el desarrollo de una clase contrastes sensoriales como: modulación del tono y volumen de la voz al hablar, hacer uso del lenguaje no verbal, moverse mientras se explica la clase, ayudarán a captar la atención del estudiante.
d) Crear un ambiente idóneo en el aula, utilizando una variedad de estímulos para favorecer la atención y el aprendizaje. Además si proporcionamos cinco minutos a la estimulación de la atención mejoraremos significativamente la calidad de atención y las funciones ejecutivas como la memoria.
e) Utilizar estrategias de estimulación multisensorial mejorarán los niveles de atención en el alumno. Para el aprendizaje de un fonema , por ejemplo:
* Emitir claves sonoras para el aprendizaje de fonemas, practicar el sonido del fonema que se está aprendiendo (estimulación auditiva- memoria ecoica).
* Presentar láminas que contengan imágenes con el fonema en estudio (estimulación visual- memoria icónica).
* Nombrar las imágenes de los objetos observados (estimulación auditiva- memoria ecoica).
* Ensayar la pronunciación correcta de los nombres de las imágenes observados sin la ayuda de las láminas. (Estimulación memoria auditiva- memoria ecoica).
* Dibujar en el aire la letra que se está aprendiendo, utilizando las diferentes partes del cuerpo (estimulación de la memoria háptica).
*Graficar la letra (grafema) en el cuaderno de trabajo, siguiendo las direccionales marcadas para su trazo correcto, a la vez que pronuncia su sonido (fonema).
En este ejercicio intervienen la estimulación visual/memoria icónica- auditiva/memoria ecoica- estimulación cenestésica/memoria háptica. Si proporcionamos los estímulos apropiados en el aula crearemos un ambiente idóneo capaz de activar el mecanismo atencional en el estudiante facilitando el aprendizaje.
Consideraciones para mejorar la memoria:
Bernabéu, E. (2017), sostiene que para mejorar la capacidad de memoria en el aula es necesario tener presente dos tipos de memoria: memoria explicita, memoria implícita.
Memoria explícita: Es un aprendizaje inconsciente que se produce ante la exposición de una variedad de estímulos en el ambiente. Por lo tanto, se debe presentar al alumno estímulos visuales y auditivos que faciliten el aprendizaje de conocimientos nuevos, puesto que esta variedad de estímulos hará posible que recuerden ciertos contenidos más fácilmente.
Memoria implícita, relacionada con la adquisición de habilidades básicas durante toda la vida del ser humano, en el que intervienen diferentes sustratos neurales: “aprendizaje no asociativo; aprendizaje asociativo (condicionamiento); condicionamiento emocional, memoria procedimental y efecto de facilitación (priming). Inicialmente se adquieren conductas de aproximación o evitación y hábitos psicomotrices” (Bernabéu, 2017) . En el aprendizaje implícito interviene el sistema de neuronas espejo, importante en el aprendizaje social. Además es la base para el aprendizaje por imitación o modelado.
Para mejorar la memoria de un estudiante en el aula es necesario organizar y favorecer el aprendizaje explícito. Considerando que el aprendizaje se produce en un primer momento a través del procesamiento explícito de la información que demanda determinado esfuerzo cognitivo, y que a través de la repetición y la práctica frecuente se genera el aprendizaje implícito, que facilitará la automatización de los recuerdos y recuperación de la información.
Para ello es importante:
· Distribuir la enseñanza de los contenidos de forma apropiada, evitando la enseñanza masiva y desmesurada de los contenidos, porque esto produce una memoria rígida y el fracaso en las pruebas escolares.
· Organizar la información utilizando estrategias menmotécnicas, haciendo posible un procesamiento de codificación profundo y no solo superficial, que facilitará el recuerdo de la información.
· Realizar actividades de encadenamiento de memoria activando mecanismos de memoria implícita.
· Estimular la memoria visual, mediante el uso del lenguaje gráfico se favorece la comprensión de contenidos: mapas conceptuales, diagramas.
· Tener presente el efecto de autogeneración. Debe utilizarse estrategias que permitan al alumno la elaboración y verbalización de lo aprendido, ya que esto hace posible recordar los conocimientos nuevos con facilidad y tiene un efecto más duradero que la explicación proporcionada por el maestro o cualquier otro tipo de estímulos (Arango, Premuda y Marquine, 2006). En ese sentido la exposición, los foros y el debate serían estrategias útiles para la elaboración y evocación de la información aprendida.
· Las estrategias de motivación en el aula activan los circuitos de recompensa mesolímbicos del cerebro provocando una sensación de placer y satisfacción en el alumno, mejorando su disposición para el estudio. Además, estas estrategias aumentan la actividad en el hipocampo, involucrado en el aprendizaje y la memoria. (Gruber, Gelman y Ranganath, 2014).
Autor: Claudia Orellana C.
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